El día viernes 23 de agosto a hrs. 6:00 am. Se desencadenó una sangrienta
pelea entre presos de dos pabellones de la cárcel de Palmasola de la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra con un resultado de 32 muertos y 50
heridos. En las afueras de esta cárcel, la desesperación de lxs
familiares se expreso mediante el llanto y reclamo para conocer las listas
de heridos y fallecidos, la única respuesta que recibieron de parte de
los policías fueron gases lacrimógenos. Más tarde, en una conferencia de
prensa 5 presos acusados de ser los cabecillas son expuestos como trofeos
por el ministro de gobierno Carlos Romero, como si el castigo y el
aislamiento fueran la solución a la violencia en las cárceles.
La solidaridad en la cárcel de San Pedro de la ciudad de La Paz no se hizo
esperar, están haciendo una colecta para Palmasola, al mismo tiempo,
retomaron las protestas para que el Director Nacional de Régimen
Penitenciario Ramiro Llanos renuncie a su cargo, responsabilizan a este de
ser el principal promotor de la retardación de justicia en Bolivia. El
cambio de algún funcionario no es la solución al problema, pero si,
derrotar a un infame como este, será un gran logro de lxs presxs del
Estado boliviano.
El Estado ordenó requisas en todas las cárceles bolivianas, para detectar
armas, celulares, drogas y alcohol, esto simplemente es un paliativo, al
final de cuentas, la misma policía es quien ingresa estos elementos y
crea un verdadero mercado negro con ellos.
Lxs anarquistas/antiautoritarixs del territorio dominado por el Estado de
Bolivia nos pronunciamos, vemos como este hecho es mediatizado creando un
gran espectáculo indolente con lxs familiares de los presos de Palmasola
y aparece toda una tesis al control carcelario como si esta fuera a
evitar futuros enfrentamientos. El problema no es la pugna de poder entre
presos, no es el hacinamiento o la pobreza, estas solo son las
consecuencias de un sistema que se construye procurando una sociedad
carcelaria. El verdadero problema es la existencia del Estado porque
defiende una sociedad de control y sumisión, que utiliza y manipula todos
sus recursos a nivel político, judicial y policial para reprimir y
castigar. El Estado es el verdadero enemigo que nos asecha, el sistema
está diseñado para que exista represión y cárceles, mientras lxs más
pobres reciben el fuerte impacto de estas. La solución no es poner más
cámaras de vigilancia, inhibidores de señal de celulares, cambiar a todo
el personal de seguridad o crear cárceles modelo, esto es simplemente un
dopante más como cualquier otro, para que la gente se siente aliviada y
el Estado se asegure de evitar reacciones. Eso de la mejora de la
“seguridad ciudadana” es solo un maquillaje, el objetivo real del Estado
es proteger a la burguesía.
Jatarikuy contrainfo.
¡¡Solidaridad anarquista con los presos de Palmasola!!
¡¡A destruir las cárceles de hormigón y de miedo!!
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