Una de las causas más importantes y que ha atravesado tiempos y fronteras
dentro de la lucha anarquista ha sido el constante repudio al sistema
carcelario y a las instituciones penitenciaras de cualquier tipo
(prisiones, psiquiátrico, jaulas, granjas, circos y zoológicos).
Siendo profundamente sensibles con estos temas no podemos permanecer
impávidos ante lo sucedido en Palmasola (Santa Cruz, territorio controlado
por el estado boliviano). El incendio que sucedió en este penal y las
muertes y heridos que provocó este hecho merece nuestro más constante y
feroz repudio al sistema penitenciario. Para nosotros cada una de esas
muertes es un crimen del Estado.
Cuando las personas son retenidas como forma de castigo en ambientes
hostiles y en los cuales se propicia y fomenta las pugnas internas bajo la
miserable lógica de enemistar entre sí a los secuestrados del sistema, los
enfrentamientos, pugnas y muertes son solamente el resultado de esta
miserable forma punitiva de la sociedad occidental.
Que sea una pelea entre reos o no, poco tiene que ver con el hecho de que
los carceleros (despreciables desde cualquier punto de vista) están listos
para todo menos para haber evitado esas muertes. En tal sentido el control
de una prisión es abandonado cuando el desorden supone la muerte de los
mismos reos pero es bien aplicado cuando se trata de protestas dignas.
Más allá del recurso asqueroso de tildar de reos de alta peligrosidad a
los que provocaron este incendio como los únicos responsables -como si con
ese argumento se pudiera justificar la brutalidad cometida en Palmasola-,
es necesario aclarar que:
• de no haber estado encerrados, hacinados y a merced de sus rivales, esta
masacre no habría ocurrido
• de no haber estado abierta esa reja (cuidada por un guardia) esto no
habría sucedido
• de existir la misma reacción ante enfrentamientos internos que ante un
motín, no se hablaría de tantas personas muertas
• de no existir tanta gente que pide y demanda cárcel por los motivos más
insulsos no habrían existido este tipo de muertes entre rejas.
Por todo lo dicho, los 34 muertos son 34 crímenes de estado .
Las 31 personas muertas en ese incendio fueron asesinadas por el sistema
carcelario del Estado boliviano. Y cómplices son todos quienes sustentan
este sistema: la sociedad que exige más leyes y cárcel. Los delatores y
traidores de las luchas populares y antiautoritarias pues ellos llenan
estos recintos de muerte y secuestro, en ellxs se asienta cada reja de una
cárcel y por lo tanto en ellos también recae la responsabilidad de cada
una de esas muertes.
La solidaridad es urgente en estos momentos y tenía que venir de los
mismos presos. Saludamos a ellos y solidarizamos con ellos y con las
familias que han perdido familiares o tienen heridos en este incendio .
Colaboraremos en todo lo que sea posible. Ya es tiempo de luchar contra
las cárceles de forma efectiva y no es haciendo de la prisión un modelo
más europeo o gringo que se da solución a esta forma ruin de castigo. No
cambia nada que los hijos sean arrancados de sus padres presxs para ser
confinados en otra forma de prisión como son las instituciones estatales.
El sistema penitenciario en sí mismo es la muestra del apego a la
esclavitud y las rejas que tiene la sociedad capitalista.
A reunir gasas, mantas, dinero para las familias y a demandar que el
estado se haga cargo de las muertes que han sucedido bajo sus sistema
represivo.
Nuestra siempre firme solidaridad con todxs los compañerxs secuestrados
por los distintos estados y que mantienen una lucha por la libertad. Así
como también nuestro saludo valiente a quienes no se tapan los ojos ante
la dura realidad carcelaria y difunden estas noticias sin miedos ni
censuras.
Khurus solidarios y Algunxs anarquistas de la región boliviana.
Los envíos de gasas para quemaduras, medicamentos, frazadas y todo lo
necesario para los heridos y familias que perdieron a sus familiares,
pueden ser entregados a los delegados de las secciones del Penal de San
Pedro y de Palmasola. Hagamos de la solidaridad una acción directa sin
intermediarios!!!
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