Este martes 10 de
diciembre, llego la noticia que en el Jacha Tantachawi Wist´u de Conamaq, demostradamente financiado por el gobierno,
se había decidido la toma de las oficinas y la destitución de autoridades del
Consejo. Ante estas amenazas, la CONAMAQ
orgánica decidió iniciar una vigilia para
evitar una posible toma violenta.
A partir de las siete,
comenzaron a llegar paulatinamente taxis que transportaban a una gran cantidad
de gente desde el Coliseo Evo Morales, sede del encuentro, quienes sobre todo provenían
de la Nación Chichas de Potosí, Qhapax
Umasuyus de La Paz, una fracción de los ayllus de Oruro y gente de la Nación
Qhara-Qhara. “Esa sede no es suya, le pertenece al Estado”, señalaban.
Los gritos provenían de un
grupo de unas 100 personas que se reunieron en la puerta principal de CONAMAQ (gente
afín al gobierno, en estado de ebriedad, y algunas que no pertenecen a ningún Suyu),
que llegaron pidiendo alojamiento y bajo supuesto son de paz. Sin embargo, era
esta misma gente la que en anteriores y reiteradas ocasiones ya había intentado
tomar de manera violenta este Concejo indígena, desconociendo a las autoridades
legítimas.
Amparo Carvajal,
representante de derechos humanos, se apersonó al lugar e intentó mediar en el
problema político. Sin embargo, la consigna oficialista estaba dada: el desalojo
de las autoridades y la toma de las oficinas. Por tanto, luego del intento no
exitoso de pacificación, Carvajal se retiró del lugar. Inmediatamente recomenzaron
los gritos y propinaron una brutal paliza a personas que son parte de la
CONAMAQ orgánica, así como a un activista de derechos humanos, quienes habían
permanecido afuera en un intento de apaciguar la situación.
Luego de estos hechos, la
violencia ejercida por parte de los afines al gobierno, recrudeció y comenzaron
a patear la puerta principal que estaba resguardada interiormente por las autoridades
orgánicas e indígenas de base, entre las que se encontraban madres con sus hijxs.
Sin ninguna consideración, los gritos de amenazas hacia el conjunto que
resguardaba la sede se exacerbaron hasta el punto de llegar a amenazas de
muerte: ““¡¡¡Estás muerto!!!”, “¡¡¡Les vamos a matar!!”, “¡¡Va a ser hoy por
las buenas o por las malas!!”.
Fue tal la violencia que
lograron, finalmente, con palos preparados con antelación, destrozar y abrir la
puerta. Sin embargo, la segunda puerta quedó protegida por una barricada armada
por la vigilia protagonizada sobre todo por valientes Mamas T´allas. Mientras
tanto, llegó la policía que se apersono únicamente para negociar el abandono y
la rendición de las autoridades legítimas. La gente se resistió alegando que no
tenían donde quedarse; la policía les dijo que ese “no era su problema”. El mismísimo
Comandante de la Policía, que llegó al lugar, reiteró que las personas que
estaban dentro deberían abandonar el lugar para “guardar su seguridad”. Sin
embargo, horas más tarde, estando ya fuera, se lo escuchó diciendo a la gente
del MAS que “no se preocupen, si no salen los vamos a sacar de la oreja”.
Agentes de Inteligencia y
de la UTOP negociaron la entrada de representantes de la fracción progobierno,
quienes además de exigir la entrega de las oficinas aceptaron claramente su
inclinación partidaria: “ahora tenemos canchas de césped sintético”. Además,
justificaron su accionar con críticas a algunas exautoridades por pactos
inconsultos: “han pactado con el partido verde sin consultar”, en un tono de reclamo
ante la insubordinación de las autoridades orgánicas “al hermano Evo” y al
partido de gobierno. Las autoridades y bases, sobre todo mujeres, se opusieron
totalmente a esas exigencias, ya que el congreso financiado por el gobierno no
era orgánico y que por lo tanto las supuestas autoridades que reclamaban la
entrega de la sede, no estarían reconocidas por los 16 suyus. Entre palabras y
entredichos se “acordó” un encuentro para este miércoles 11 de diciembre, a las
9 de la mañana en las inmediaciones de derechos humanos.
Finalmente y ante las
amenazas de toma, la salida era inevitable: u ocupaba el lugar la policía, o
tomaban el lugar lxs Wist´us, lo cual representa prácticamente lo mismo.
Continuaban los gritos: “¡Que salgan de rodillas!!!”
La lluvia caía y la policía tardó mucho en lograr que la
vigilia abandonase la sede, finalmente las mamas salieron llorando, resguardadas por la policía y en medio de
silbatinas, burlas e insultos.
Al abandonar la sede, los
indígenas en vigilia, afirmaron que su retirada momentánea respondía al
cumplimiento de su palabra para evitar más conflicto y agresión. La retirada final
no fue menos preocupante, ya que las oficinas del CONAMAQ quedaron bajo la
custodia, nada más ni nada menos, que de la policía quienes, una vez
desalojados ambos grupos (lxs Wist’us y las autoridades orgánicas), ingresaron
a las oficinas. Cuando se les interrogó el motivo del allanamiento, lo
justificaron con el pretexto de que el Comandante de la Policía “había olvidado
su celular”.
De esta manera se consumó
la división y pelea entre las mismas comunidades, más allá del hecho de la toma
de la sede, está el intento de división de organizaciones indígenas y la
creación y agudización de las pugnas internas entre comunidades, como se hizo
en el TIPNIS, y con la CIDOB.
Todos estos acontecimientos,
hacen manifiesta la estrategia del gobierno reformista de anular, por todos los
medios, la potencia subversiva de los
pueblos indígenas, a partir de la desestabilización de sus organizaciones y la cooptación de las dirigencias. No es
casual que la misma estrategia haya sido utilizada con organizaciones
sindicales. Los acontecimientos del 10 de diciembre dejan en claro que el
actual gobierno de “izquierda” reformista ha resultado más funcional al
colonialismo y al propio capitalismo, al que se precian tanto de criticar. Esto
puede observarse en prácticas eminentemente hegemonistas, características de la
política moderna, como la división de las organizaciones o la cooptación de dirigencias, sustentadas además
en la promesa de un bienestar capitalista absolutamente ilusorio (canchas de césped
sintético, servicios básicos). De esta manera es cómo se consuma el
colonialismo, a través de las políticas pseudo-modernistas del gobierno y la alienación
que las mismas producen, resultando más funcionales al capitalismo que las
propias derechas reaccionarias.
Esta comprensión de los
hechos, la cooptación y la manera en
cómo esta dinámica hegemonista contribuye también al colonialismo, la llevan a
cabo las propias autoridades orgánicas que fueron recusadas: “ellos no están
peleando por la reconstitución de territorios ni por cuidar los recursos, si no
por cargos políticos y por el dinero que les están pagando por este congreso”. Esta
es la miseria de la política reformista actual.
Por todo lo anotado, el
CONAMAQ se declara en estado de alerta
y convoca a la solidaridad de toda la población, solicitando además se
garantice la integridad, tanto personal de las dirigencias, como de la organización,
en espera al Jach’a T’antachawi legítimo.
¡JALLALLA la resistencia de
los pueblos!
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