viernes, 11 de enero de 2013

Una consulta reveladora que contradice al gobierno del MAS




 

Rafael Arcangel Quispe


Con bastante expectativa el gobierno del presidente Morales aguardó la presentación del informe oficial del Tribunal Supremo Electoral sobre la post-consulta realizada a las comunidades del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPINIS); sin embargo, grande fue la sorpresa que se llevaron los presentes en dicho acto porque los vocales informaron sobre una realidad que palparon las brigadas durante su recorrido por ese territorio indígena. Era notorio en el rostro del ex presidente de la cámara baja, Arce Zaconeta, la bronca contenida cuando escuchaba el relato de que hubieron personas y niños que fueron entrevistadas como parte de la consulta, y que no necesariamente representaban a toda una comunidad. Esta situación cayó entredicho al mismo Vicepresidente Linera y al Ministro Quintana, quienes a voz en cuello gritaron a los cuatro vientos, hace algunas semanas, porque la consulta había sido un éxito y que la mayoría aceptó partir el corazón del Tipnis con una carretera que sólo en el imaginario masista beneficia a los pueblos asentados en el parque.
Nadie se opone a la carretera en sí misma, sino al fin que tiene esta carretera y, en su debido momento tampoco nadie se opuso a la consulta, sino al modo cómo el gobierno la hizo con actas pre-elaboradas y un protocolo que fue diseñado por los mismos funcionarios del Ministerio de Obras Públicas sin el consentimiento de las comunidades. Cuando le conviene, para el gobierno existe la Constitución, pero cuando no, ese librito no tienen validez porque “hay que meterle nomás”. Así las contradicciones se hacen cada vez MAS evidentes y se reproducen por todos lados, en algunos con una mezcla de hipótesis y en otras sin el sustento jurídico.
Otro dato en contra de este régimen totalitario fue que la consulta se hizo sobre la jurisprudencia internacional colombiana donde ese proceso tuvo un efecto positivo a favor de los pueblos indígenas y que estaban en respeto a los que señala la Constitución; sin embargo, como sólo les interesa los que les convienen dejaron de lado la jurisprudencia internacional de la Justicia de Neuquén que falló contra una empresa petrolera que pretendía impedir los reclamos de la comunidad Mapuche Wentru Trawel Leufu (Hombre de Río Reunidos), afectada por la invasión de su territorio ancestral. La sentencia afirma que se transgredió la ley al no haber informado y obtenido el visto bueno de la comunidad para explotar los recursos naturales.
El sofisma que se nota en las esferas del gobierno masista, nos hace ver que están por el camino del desarrollismo “cueste lo que cueste” y que por detrás tienen oscuros intereses, aunque para ello sigan con el discurso instrumental y folkórico de lo indígena, campesino y originario, señalando que los pueblos nativos quieren desarrollo de sus comunidades para “vivir bien”.
Para esos “iluminados” y “clarividentes” que están en palacio de gobierno, debemos señalarles que el concepto de desarrollo es heredero de la noción occidental de progreso, surgida en la Grecia clásica y consolidada en Europa durante el período de la Ilustración bajo el supuesto que la razón permitiría descubrir las leyes generales que organizan y regulan el orden social y así poder transformarlo en beneficio de la gente.
El concepto desarrollo fue antecedido por otros términos además de progreso, como civilización, evolución, riqueza y crecimiento. Así, para Adam Smith (1776) y luego para John Stuart Mill (1848), la riqueza era indicador de prosperidad o decadencia de las naciones. Arthur Lewis, autor de “la teoría del crecimiento económico”, a mitad de la década del cuarenta seguía haciendo alusión a la brecha entre naciones “pobres y ricas”, y no a naciones “desarrolladas - subdesarrolladas”. Para el marxismo así como para los dependentistas el desarrollo y el subdesarrollo se explican por su interdependencia y existe para exista el otro. No es una visión lineal, tal como pretenden confundirnos los “iluminados” de palacio de gobierno.
“De respetarse los derechos de los pueblos indígenas, las empresas y los gobiernos no podrían avanzar unilateral y mañosamente sobre los territorios indígenas”. La lucha contínua.


 


TEXTO: RAFAEL QUISPE
FOTOS: VIDEO URGENTE

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