domingo, 19 de octubre de 2014

Un retorno a Octubre: conversatorio con ex dirigentes del Comité Político de la FEJUVE El Alto (2002-2003)





Un retorno a Octubre: conversatorio con ex dirigentes del Comité Político de la FEJUVE  El Alto (2002-2004)

El 17 de octubre de 2014, se realizó un conversatorio en la Universidad Pública de El Alto, (UPEA), con ex dirigentes de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, de la gestión 2002-2004. De estos ex representantes vecinales, algunos ahora se dedican a vender productos en las calles alteñas, y varios de ellos fueron parte de la "Comisión Política" de la FEJUVE de aquel entonces, y de la gran movilización que culminaría en lo que se conoce como la "Guerra del Gas", en octubre de 2003. 
El periodista Marco Quispe, -quien trabajó en Radio Pachamama de El Alto durante ese 2003, y que fue uno de los organizadores de este evento-, junto a todxs lxs participantes de la mesa, recalcaron la importancia de recordar la lucha en El Alto, con el objetivo de realizar un análisis crítico actual del movimiento vecinal que había comenzado a re articularse desde el año 2000, en la "Guerra del Agua", hasta el 2005, y sus perspectivas.


(Ex dirigentes de Fejuve gestión 2002 - 2004)

Entre las diversas posiciones expresadas por lxs ex dirigentxs, existieron por lo menos tres puntos en común que se abordaron a lo largo de las exposiciones y que son parte de un debate muy actual:

1) La experiencia del Comité Político y diferentes grupos y colectivos de mujeres, jóvenes, estudiantes, investigador@s o individualidades, en la producción de la información sobre la explotación transnacional de los hidrocarburos en el país en esos momentos. La participación política  de los vecinxs, -de vari@s de l@s dirigentes, y de todos estos grupos y colectivos pequeños o grandes que se interesaron en difundir información y movilizarse en muchas formas, hasta llegar al Paro Cívico con bloqueo de calles y Avenidas en octubre de 2003-, fue una forma muy rica y diversa de actividad política desde los vecinos de base, que realizaron un comprometido "trabajo hormiga", que no era visible mediáticamente, pero que rindió sus frutos. 
Aquí se resaltó el papel de mujeres que se encargaron de difundir información, realizar exposiciones callejeras  en muchos barrios alteños. 

(Exposición de colección documental sobre El Alto en el Conversatorio)

2) A nivel interno, dentro de la FEJUVE, se hizo notar que el debate político establecido por varias personas, fue de vital importancia ese 2003 para transformar a las juntas vecinales en la medida de lo posible,  en un organismo de difusión, decisión y participación de la gente dentro de sus propias organizaciones vecinales. Esto, frente a otros bloques de dirigentes que mas bien negociaron luego con otros partidos políticos, como fue el caso que mencionaron de Mauricio Cori, máximo ejecutivo de la Federación aquel año. 

Las características que recuperaron todos los expositores son: que un verdadero aporte a las movilizaciones por parte sobre todo de los dirigentes, fue el su independencia, es decir, no actuar sometidos a dictámenes de partidos políticos de ese entonces (MNR, ADN, NFR y el mismo MAS) y realizar eventos de difusión en radios, y otros medios. Que, mediante un control entre los mismos dirigentes y de lxs vecin@s, no se permitió que parte de la dirigencia negocie a espaldas de las personas de base, las demandas de éstas.

Mónica Apaza, -de la comisión de Juventudes de la FEJUVE de ese tiempo-, contó cómo, ya desde el 11 de octubre de 2003, cuando se dio la arremetida militar y policial contra vecinos desde Senkata, Puente Bolivia hasta la Ceja, las mismas bases vecinales rebasaron la estructura dirigencial de la Federación, movilizándose cuadra por cuadra, barrio por barrio, con su propia forma de abastecimiento logístico y sus estrategias de defensa y avance.

3. Otro punto común fue la crítica establecida a las dirigencias con las que recomenzó el cuoteo político y que negociaron puestos políticos y otros beneficios, en lugar de realizar la labor de vigilancia, y de discusión. Dentro de este análisis, la FEJUVE en la actualidad, se ha transformado en un "espacio de negociación". Según Apaza:
"dirigente que entra, dirigente que se postula a un partido X, o se postula a una agrupación X (...ahora) es muy triste ver una FEJUVE derrotada"
Este balance crítico y sus conclusiones podrían extenderse a otras organizaciones sociales que fueron importantes antes del 2005.

 Una difícil pero importante ruta

Retomando el debate propuesto por los exdirigentes,  es importante anotar que la política desde instancias de base, fue practicada a partir de fuerzas propias, que pasaban desde redactar un folleto de información y hacerlo fotocopiar con el dinero propio, hasta abrir enormes zanjas, arrastrar los vagones de tren para armar "super barricadas" como decían los diarios de ese entonces, y además sostener el abastecimiento de toda una ciudad en rebelión. 

El papel del Comité Político que logró sostener un discurso de defensa de los hidrocarburos frente a negociaciones de otra parte del mismo Comité Ejecutivo de la FEJUVE, fue importante, y  estuvo controlado por los mismos vecinos de base. Ante la magnitud de la represión, y la persecución desatadas por el gobierno del MNR, la estructura de FEJUVE se diluyó en la ya incontenible movilización vecinal masiva de los barrios alteños. Esto logró la expulsión de Sánchez de Lozada, la negación de la gente a que la política se reduzca a la de los partidos como habia sucedido toda la época neoliberal, a dirigentes que negocien a escondidas, y a que se expropie la palabra y la decisión, a cambio del hecho electoral de votar cada cinco años. Todo ese esfuerzo poco después fue, y aún es, usufructuado por la lógica y prácticas reeditadas, del cuoteo y el transfugio partidario.    

La recuperación de la Agenda de Octubre, también fue reivindicada en el conversatorio. Sin embargo quedan discusiones importantes a realizarse sobre las posibilidades de abrir esta Agenda, a las demandas indígenas actuales, que exigen consulta previa y respeto a sus territorios en temas de exploración y explotación hidrocarburífera, minera, etc., lo cual también llevaría a una nueva discusión sobre lo que implica el horizonte industrializador y el extractivista.

Las visiones sobre los caminos de la retoma de la lucha, por supuesto, son diversos, pero por eso mismo fructíferos en su discusión, esto implica también hablar e iniciar de nuevo, con una visión auto crítica, ese "trabajo hormiga" de información y discusión sobre el papel actual de las organizaciones sociales y sus dirigencias; alrededor de lo que significa un "movimiento" indígena o vecinal, etc.; sobre el nuevo programa planteado por el estado, que se plasma en temas como los de la Ley Minera, la Ley de  Consulta, el papel de las empresas petroleras tanto transnacionales como YPFB, la matriz energética y productiva del país; la agroindustria, la energía nuclear etc. Ante el panorama actual, esta ruta es sin duda la más difícil pero la que hay que asumir.



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